Son las seis de la tarde del viernes y tengo que tomar una decisión crucial: Clementina está por dormirse su siesta de la tarde-noche y yo tengo que ver si la acompaño en esa siesta o si me pongo a escribir el Diario de la Procrastinación.
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Un duelo privatizado
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Son las seis de la tarde del viernes y tengo que tomar una decisión crucial: Clementina está por dormirse su siesta de la tarde-noche y yo tengo que ver si la acompaño en esa siesta o si me pongo a escribir el Diario de la Procrastinación.