Estoy de vuelta. Estuve unos cuantos días mirando el mar. Es poca precisa la definición porque no es el mar y listo, a veces uno mira las olas romper, una y otra vez, pero no es solo eso. Quizás sea que conecta con el niño que fuimos. Yo al menos escuchaba el mar en la noche y decía “este coso no para nunca, cómo puede ser”.
Una parte del poema Pies atados, escrito por Pilar Gutiérrez. Pensé en él leyendo tu entrada. Me entró también el deseo profundo de volver al mar. Hace un tiempo pienso en aquel inmenso cuerpo de agua como origen y destino. Leyendo tu texto imaginé al mar como unos puntos suspensivos entre ese origen y destino.
"Un rayo de luz ilumina la habitación,
amance,
no hay nada, nadie,
me arrastro y de nuevo tropiezo.
El camino que veo no es el camino.
Agua, agua, necesito agua.
[...]
A lo lejos, allá,
se ve el mar."
Una parte del poema Pies atados, escrito por Pilar Gutiérrez. Pensé en él leyendo tu entrada. Me entró también el deseo profundo de volver al mar. Hace un tiempo pienso en aquel inmenso cuerpo de agua como origen y destino. Leyendo tu texto imaginé al mar como unos puntos suspensivos entre ese origen y destino.