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Durante muchos años de mi vida gitana (más de 30 mudanzas) cargué con mi biblioteca de más de 3000 volúmenes. Sentía que no podía desprenderme de ellos, mis amigos. Pero un evento inesperado (cáncer metastásico) me llevó a terapia y a replantear toda mi vida. Descubrí que se viajaba mejor con poco equipaje y me convertí en minimalista. No fue difícil ir la ropa, el auto, los muebles, pero los libros fueron otra historia. Al final llegué al último paso en mi viaje de despojo y regalé, doné y "perdí" todos mis libros. Actualmente sigo siendo una lectora voraz, pero voy a una biblioteca. Otras veces compro, pero apenas los termino de leer, los regalo.

Me encanta tu diario, es un placer leerte siempre

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Cerca de mi departamento había un café con un gran librero lleno de libros. También doné libros. Era agradable. Quebraron y no sé que fue de los libros. Paso por ahí e intento mirar hacia adentro pero está cerrado con candados. No logro ver.

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Sueño con encontrar un espacio así, en el que compartir comunalmente los libros que lleguen a mi vida. Pero creo que ese deseo se verá postergado, especialmente ahora que comienza un período de migración en mi vida (primero de barrio, es muy posible que de país en un futuro no muy lejano).

Llevo un tiempo tratando de deshacerme de los cientos de libros que acumulé en mi adolescencia y juventud temprana. En mi mudanza reciente me di cuenta de que mis esenciales son unos pocos que caben en una caja no muy grande. Libros con los que tengo una relación afectiva particular. Qué suerte la de ustedes de tener ese café en el barrio.

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Cuando vaya a Buenos Aires pasaré por el café y leeré libros de la biblioteca y quizás deje uno (mis convicciones también son cambiantes). Un saludo desde Colombia, Óscar Iván, un pez fuera del agua.

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Yo creo que una de las razones por las cuales uno no presta es porque de niño a uno le enseñan a no prestar los colores en la escuela; yo creo que inconscientemente quedamos con ese miedo a perder algo que consideramos nuestro o que nos pertenece (las razones conscientes pueden llegar a ser válidas) que más adelante lo aplicamos en otras esferas de nuestra vida; pero, aprender a compartir el conocimiento o lo que consideramos un tesoro con otras personas puede ser un regalo aún más grande. Gracias por compartir tu pensamiento

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