Punto aparte
Buenas…
Solo cumplo en avisar que el correo de hoy no va a llegar a las 8.30.
Parece absurdo pero ya escribí varias veces esta justificación para explicar que no tuve tiempo de escribir el newsletter, pero al mismo tiempo estoy escribiendo algo.
De hecho, esta última versión de la justificación, la de que el correo no va a llegar a las 8.30, también es errónea. El correo va a llegar 8.30, lo que no va a llegar es el típico newsletter en el que hablo de las cosas que hablo siempre.
Parece absurdo, pero escribí varias veces la parte que le sigue a “es el típico newsletter en el que hablo de…” y no podría explicar bien de qué habla el newsletter.
Más sencillo: habla de escribir. Y de no poder escribir. Pero en eso estamos. Incluso no poder escribir es escribir.
Un newsletter sobre excusas para no escribir.
Y con algunas certezas: a las 2AM dejo de escribir y me voy a dormir.
Esta semana pensé que el newsletter podría llamarse “Punto aparte”. A veces voy por la calle caminando y le dicto cosas al celular. A cada frase que le hablo al celular para que él me lo escriba la cierro con “punto aparte”.
Por ejemplo, yo le dicto esto:
“Fui a terapia y lloré la última parte de la sesión que es un momento incómodo porque es como cuando te hacen un gol en el último minuto no tienes tiempo para reaccionar”.
PUNTO APARTE
“Volví en bicicleta de terapia silbando el himno. Benito canta el himno todo el día y pienso en que vamos a cantar el himno juntos quizás en el mundial”.
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Las anotaciones sirven para después desarrollar esas ideas, esa sería la parte que no voy a hacer ahora. Porque este es un aviso de que hoy el newsletter que trata sobre no escribir no sale.
(O está saliendo)
PUNTO APARTE
Me angustia la gente que no se imagina en otras vidas, o que nos hace preguntas, o que no se plantea escenarios alternativos del futuro. A mí por ejemplo me angustia no saber cómo haría para tener amigos si fuera taxista, en qué estaciones de servicio pararía, con quiénes hablaría. Me da la sensación, sin ánimo de prejuzgar, que no me resultaría fácil hacer amigos. Tendría que ir a buscar taxistas de nicho, sé que los hay pero no sé dónde los encontraría y un poco me angustia cada vez que paso por una estación de GNC, la de México y 9 de Julio por ejemplo cuando vuelvo de terapia y me imagino como resolvería ese problema. La angustia recién sacada porque ya lloré, ya pedaleé fuerte como para olvidarme y llego a la estación de GNC y me imagino un futuro sin amigos.
REUTERS/Henry Romero
No me gusta los que van en monopatín por la ciudad. Es una cuestión estética, el modo en el que van tipo palito por la ciudad, algo de la armonía y de la forma que no me termina de cerrar.
De fútbol, hijos y movilidad. Este newsletter que hoy no saldría.
2 AM. Nos vemos en octubre.