Siete acontecimientos relevantes de la última semana
1) Viajo en el 29 y veo un negocio sobre la calle Diagonal Norte, con un cartel enorme que dice “Who Goes”, y abajo una explicación del chiste: Jugos naturales. Pero lo más importante es que el juego de palabras me lleva a un cartel que había visto unas cuadras antes, sobre Viamonte, que decía “Vendo departamento 3 ambientes a tres cuadras del bar San Bernardo”. Me sorprendió que la referencia fuera el bar San Bernardo, pero en realidad decía a tres cuadras del mar. San Bernardo. Todo esto es perfectamente chequeable, aunque creo que no tiene sentido discutir su veracidad.
2) La oficina de Presidencia distribuye una foto hermosa del presidente Javier Milei abrazado a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Están de espaldas. Lo mejor de la foto es lo que no se ve: Milei está parado arriba de un banquito, o quizás sobre el pecho de su fiel colaborador Manuel Adorni, de modo de parecer más alto que Victoria. La foto puede tener millones de likes, seguramente la eficacia del mensaje podrá medirse así, pero lo cierto es que para una persona insegura, queda una llama prendida y es la siguiente: hay al menos dos personas (quien tomó la foto y la propia Villarruel), que vieron la ridícula trastienda de esa escena. En algún momento esa llamita que alimenta el calefón puede estallar. No sé su grado de neurosis pero sería perfectamente lógico que la pregunta quedara reverberando en su mente: ¿Habrá sacado uno toma completa el hijo de puta del fotógrafo?
3) Una noche me quedé leyendo el Boletín oficial como hasta las 2 de la mañana. No es que quisiera investigar algo, simplemente me gusta leer cualquier cosa que se publique, entender el sistema propio del lenguaje que tiene cada publicación, un libro de Borges o la pasta de dientes.
En uno de los capítulos del Boletín Oficial aparecía una licitación para un hospital en el que trabaja una persona que conozco. Leí para ver si aparecía su nombre pero nada, solo cuestiones burocráticas. A la mañana siguiente, estaba en un café y sonó la canción favorita de esta persona. Sentí que era una señal.
Estuve a punto de escribirle para contarle las dos cosas juntas pero me detuve a tiempo, primero porque la situación hubiera sido un poco extraña. ¿Estoy pensando en vos? No es exactamente eso. No sé por qué recuerdo datos aleatorios de la gente, porque la realidad es que no lo hago por ser atento o generoso. Más bien diría lo contrario, soy hosco y poco cariñoso. Escribir para decirle a alguien que estaba pensando en él es una falacia. Soy solo una persona en situación de recordar datos absurdos.
4) Sobre la altura del presidente. Me hizo acordar a Ricardo Fort, otro acomplejado por ser petiso. Nuestro Willy Wonka trató de solucionar el problema con una operación en sus tobillos. Ricardo, el hombre sin miedo. Un acontecimiento maravilloso que me tocó presenciar fue el auge de Ricardo Fort en Mar del Plata, años 2008 o 2009, la memoria me sirve solo para algunas cosas. Pero estuve ahí y eso es lo que importa, verlo entrar al boliche Esperanto, ocupar su espacio en el vip, cantar las canciones de Lady Gaga o de Gilda desde el balcón de su ubicación privilegiada. La escena era tan fascinante como patética, el montaje de algo que no estaba pasando y sin embargo parecía importante.
5) Adelante mío dos autos, uno tiene patente MNM (y tres números que ya no importan) y el otro AA 123 NK. Estoy por sacarles una foto, pero se me cae el celular y cuando lo levanto los autos ya se fueron porque el semáforo pasó de rojo a verde, estoy solo en el medio de la calle, el auto en marcha, nadie atrás para putearme, nadie adelante a quien fotografiar. Arranco un poco por costumbre y otro poco por miedo.
6) La serie de Guillermo Cóppola no me gusta. El libro de Leila Guerriero me empieza a quedar un poco largo: ¿Tengo que terminarlo? Estoy a punto de pagar la suscripción a YouTube para no ver más avisos.
Son hechos que pueden ser leídos por separado o como un todo.
7) En la foto, el presidente, tan concentrado con el tema de la altura, no advirtió que la imagen muestra una incipiente calvicie, hecho que no tiene vuelta atrás. Auguro dificultades gástricas para el presidente, va a somatizar por ahí teniendo en cuenta que su alimentación es tirando a desastrosa. El otro día contó que durante la campaña tomaba siete latas de Pepsi y además le agregaba sobrecitos de azúcar. Mi pleno entero va ahí, aunque también le pongo una fichita a una somatización por el lado dermatológico, manchas en la piel, etcétera. Lo de Milei es perfectamente natural, casi todos los presidentes sufren el desgaste físico de conducir este bendito país, no es un agravio ni una expresión de deseo. Como le pasa a Demichelis, que tiene éxito y no lo quieren. A cualquiera le puede pasar.
Dejamos acá.
Llega el momento de pasar la gorra, pero antes agradecer por la gran cantidad de gente que se ha suscripto en las últimas semanas. Una forma de contribuir es comprar el libro que edité en noviembre, lo pueden conseguir acá. A propósito del libro, armé una playlist con todas las canciones que aparecen mencionadas. Es bastante ecléctica la lista, es algo que me gusta.
La otra forma más tradicional de contribución es un aporte con una donación por única vez, a través de los cafecitos o sino un pago mensual por el monto que ustedes quieran.
Y también vale la recomendación de este correo a un amigo, básicamente si esta cosa ha crecido es por el boca en boca, o por redes sociales (soy @diegogeddes en TW e Instagram). Las fotos de la semana son una selección que hizo “The Atlantic”.
Cierro con una canción que me gusta mucho y hace bastante no escuchaba. Adiós extraños, hasta la semana que viene.
6B) pagá la suscripción de youtube. Mejor inversión que el AL40. Comprá el plan familiar y hacé feliz a alguien cercano.
Mido 1.55mts por lo que no sé si en una versión alternativa de este universo donde fuera presidente de mi país recurriría a un banquito, talvez solo evitaría en la medida de lo posible aparecer junto a personajes más altos, una circunstancia para reflexionar.