1) Nací con 3 kilos 200 y hoy me subí a la balanza y marcó 73 kilos 200. Una forma de verlo es que sumé 70 kilos en estos 42 años.
2) Es una manera absurda de medir el paso del tiempo. Pero al mismo tiempo es un dato concreto de la realidad.
3) En los programas de televisión cada vez más se usa esta frase: “Esto no es opinión, esto es un dato”. La persona que lo dice imposta una voz pretenciosa, como si un haz de luz lo elevara del resto de los panelistas. De repente hay clima de tensión y el resto hace silencio: “Esto es un dato, no es opinión”. Lo no dicho de esa frase es: “veníamos hablando cualquier cosa pero ojo, que lo que voy a decir a continuación sí es importante”. Casi nunca es importante.
4) Otra frase que repiten todos los programas de radio y de televisión al comienzo: “Hoy tenemos un programa cargado de información”, como si la acumulación de información fuera un valor. Además casi nunca es información nueva, sino que es más o menos se viene repitiendo en todos lados.
5) Conozco gente que “vive a full”, siempre agotada por su trabajo, por las tensiones de una jornada laboral cada vez más intensa. Al mismo tiempo, celebra cada uno de sus pequeños logros, cada uno de los escalones que lo hace estar cada vez más a full, cada vez más agotado por sus compromisos.
6) Escribo todo esto desde la envidia y eso no es un buen motor. Cada uno puede hacer lo que quiera.
7) La envidia, el resentimiento, la venganza. Nunca son buenos motores para la escritura. Escribir para decirle a otro; “Llegué, mirá donde estoy, mirá lo que te perdiste”.
8) A veces sueño con volver a Bahía y tener cierto prestigio o reconocimiento. Como cuando los futbolistas vuelven al pago y son paseados en autobomba. Una vez el futbolista Martín Demichelis volvió a su pueblo y lo pasearon en autobomba, pero como una forma de apoyo. Se había quedado afuera de la lista de jugadores que iban al Mundial.
9) Estoy tratando de buscar esto en Google pero no aparece. Pero yo sé que fue así y con eso me basta.
10) Guillermo Saccomanno dio el discurso de apertura de la Feria del Libro y entre otras cosas pidió que le pagaran por eso. Algunos organizadores de la Feria se negaban a pagarle, alegaban que le discurso le daba prestigio al escritor. Saccomanno les respondió en el mismo discurso. “Me imaginé en el supermercado tratando de convencer al chino de que iba a pagar la compra con prestigio”.
11) Recibo mucho spam de la Pinturería Prestigio: ¿La gente realmente compra tanta pintura? Yo solo compré una vez en 42 años. También me llegan muchas ofertas para comprar un terreno en un country de zona norte. Yo creo que algo está mal.
12) La otra vez estuve en una conferencia en la que hablaban maravillas del contenido patrocinado en los medios, como si fuera la gran salvación de la industria. Contenido patrocinado, o Content lab, como le dicen. Yo crecí leyendo El Gráfico en los años 80, en donde aparecían las notas compradas de la Doctora Patricia Sangenis. En ese momento yo pensaba que Patricia Sangenis era la persona más importante de la salud mundial, casi que estaba desesperado por hacerme un testeo en su clínica. Yo tendría 10 o 12 años y solo con el tiempo me di cuenta de que esas eran notas pagas. Ahora lo venden como la salvación de la industria, pero los viáticos del mundial 86 los pagó Patricia Sangenis. ¿Qué será de la vida de la Doctora?
13) Cuando era chico siempre me llevaban a los cumpleaños de los compañeros menos populares. Yo no quería ir pero mi mamá me obligaba a estar: “Si tu amigo te invitó es porque quiere que estés ahí con él, no importa si el resto no quiere ir, vos vas”. Mi mamá era el algoritmo. Yo me resistía pero al final me parecía que estaba bien. Ir a esos cumpleaños medio desiertos, en los que había más familiares y gente grande que chicos. La comida toda para vos, la piñata con acceso preferencial. Las tías y las abuelas saludando a este rubio adorable corte taza que era yo. Una forma de hacerse importante. La vanidad siempre estuvo ahí.
14) Tengo fotos de un cumpleaños en el quincho más chico de Sportiva. Parece mi cumpleaños más feliz. Una convocatoria exitosa. Perdí contacto con la mayoría de esos invitados. Incluso algunos se murieron. Ahora pienso en la foto que se borra de Volver al Futuro, una metáfora increíble.
15) Hay otro cumpleaños bastante flojo en mi historial. No sé si no fue clara la invitación o qué fue lo que falló, pero la convocatoria fue paupérrima y no vino casi nadie, a pesar de que era un chico más o menos popular. Violeta había hecho una montaña de papas fritas y las comimos entre los pocos que estábamos ahí. No había casi nadie pero el día estaba lindo. Recuerdo unos partidos de fútbol bastante aburridos en el patio de Alvarado, la pelota volando hacia el cielo. Esa es la prueba de lo que dije antes: el día estaba lindo.
16) ¿Cuánta memoria tenemos? ¿Cuánto archivo fotográfico y documental nos entra en el bocho? Es el tema esencial cada vez que escribo. Lo que me desvela. La pregunta es si eso tiene que ver con la posibilidad de que algo finalmente se borre.
17) Mi primera borrachera fue a los 17, tomando vino tino de tetrabrik marca Talacasto con Fanta. En la memoria ancestral también está ese sabor dulzón que me quedó de esa primera borrachera, pero no está en la cabeza sino en una zona de la garganta, ahí atrás de la campaña. El punto de partida sensorial del vómito.
18) “Mi voto es por afinidad”: una frase que nos legaron los reality shows. Suena mientras escribo y me gusta como ciertas palabras encastran con ciertos momentos. Afinidad, jurado, certamen.
19) Pregunta: ¿Hasta qué número va a ir este cristiano?
20) Respuesta: Hasta el 42 (pueden ir directo al final, igual no hay nada especial allá, ni siquiera sé si hay algo especial durante el camino. Ya saben cómo es esto).
21) Cumplí 21 en el 2001. Vivía a seis cuadras de la Plaza de Mayo, estudiaba periodismo pero no me acuerdo nada de esos días, no tengo un solo recuerdo de la tensión que se vivía en las calles. Pero no me siento decepcionado, sino que me ayuda a reforzar una idea relacionada con cómo se guardan los recuerdos, cómo es que a veces simplemente no tenemos registro de lo que nos rodea. Y esencialmente me ayuda a sospechar de los que siempre tienen el recuerdo justo de cada situación.
22) El 30 de abril de 1980 fue miércoles y en un sanatorio de la Capital Federal nació Luis Scola. En otro sanatorio de Bahía Blanca nací yo, con 3 kilos 200.
23) Me encargué de hablar pestes de la sesión de Paulo Londra con Bizarrap, aunque ahora me doy cuenta de que había escuchado otra canción. Hilarante. Eso es tener 42.
24) Una sola certeza respecto del paso del tiempo. A los 24 empieza la mejor edad de un ser humano. No quiero ejemplos aislados de gente que la pasó mejor antes o después. Esto es un estudio en base a años de investigación. Es dato, no opinión. 24 es también 42 al revés. Ojalá empiece algo.
25) Esta nota de Vice defenestra al paraguayo. Fue el combustible de mi felicidad y mi ruina en esos años de esplendor.
26) Fui al osteópata, me gustó el equilibrio exacto entre ciencia y chamanismo.
27) Esta foto es en Montevideo y la sacó Mariana Suárez para la agencia AFP.
28) A los 28 termina el mejor tiempo de tu vida. Son cuatro añitos, como el tiempo entre mundiales. Dato, no opinión.
29) Empezó la Feria del Libro, no sé cuándo voy a ir pero sé que voy a comprarme varios libros, entre ellos el de Maia Debowicz y la trilogía de Angel Labruna que escribió Diego Borinsky.
30) Me compré un libro que quiero leer hace mucho. Almirante Cero, de Claudio Uriarte. Me compré es un decir. Le avisé a uno por Instagram que lo quería. Lo tengo que ir a buscar a Caballito. Una promesa de compra. Todavía me quedan libros sin leer de una feria a la que fui el año pasado.
31) Estoy escribiendo y cuando termine de escribir voy a leer “El año del Pensamiento Mágico” y “Poeta chileno”. No antes.
32) Fui tres veces al otorrino esta semana. Esperé mucho tiempo en la sala de espera. Ninguna de las tres veces que fui tenía un libro. El que es boludo es boludo, tenga la edad que tenga.
33) Le tenía miedo a la noche, a la oscuridad, al tiempo en que tardaba en dormirme. Ya era grande, muy grande, tenía 24, la mejor de las edades, y sin embargo a la noche me quedaba despierto, la máquina de mi cabeza no paraba de funcionar y no me podía dormir. Pensaba cosas que me hacía mal (también cosas que me hacían bien) y perdía el tiempo, dos horas en la cama sin nada más que el cerebro tiki tiki con un relato imposible. Pero lo que quiero decir es esto: en algún momento eso pasó, se fue, lo cambié, se diluyó. No sé cómo hice, pero lo hice.
34) Puse a remojar lentejas para hacer un guiso.
35) A veces pienso en todas las personas que pasaron por mi vida, si es recíproco lo que yo recuerdo de ellos respecto de lo que ellos piensan de mi. Supongo que la gracia de la vida es que haya esa asimetría. Yo soy mucho para algunos y soy nada para otros. Ese desequilibrio y esa tensión es fundamental para que las cosas funcionen de algún modo.
36) Las fotos de mi cumpleaños de 36 son las primeras que tengo con Benito. Desde que nació mi cumpleaños es solo para él. El ritual se convirtió en otra cosa. Sus cumpleaños son fechas cargadas de energía, mis cumpleaños son momentos en los que quiero estar con él, que me vea soplar las velas, que me acompañe en la ceremonia. Marcas que considero importantes. En una viaje que hicimos juntos a Bahía en auto él me habló de sus cumpleaños futuros, hasta que cumpla 21. Tendría que haber grabado esa conversación. Aunque de algún modo esa conversación está grabada.
37) Me quedan cinco puntos para decir cosas importantes. Creí que era una buena idea hacer esta enumeración pero ahora pienso que una enumeración es juntamente una idea contraria a decir algo importante. La enumeración es un mecanismo para ir desarrollando ideas, tirando de la cuerda para buscar alguna conclusión
38) Pero no hay conclusión, hay escritura y listo.
39) Otra foto para llegar al final
Esta es de Dziki Oktomauliyadi y es un volcán en Indonesia.
40) Dejamos acá. Gracias por leer cada semana, por los comentarios y las recomendaciones a otros que llegan a leer esto. Una pequeña comunidad que crece todas las semanas y que de alguna manera me hace bien y seguir adelante.
41) Gracias también a los que dejan cafecito. Como dice Ignacio Molina, es un aporte simbólico que no va a modificar mis condiciones materiales pero lo voy a recibir como un cariño virtual o una palmada en el hombro.
42) Hoy cumplo 42 años. Quiero jugar al tenis hasta los 84. Y me despido con una canción para ver si llego.
Nunca lo había leido antes. Paso un día, pero feliz cumpleaños. Te aprecio mucho Dieguito
qué belleza, como siempre