Si te estás preguntando por qué te llega este correo un martes (y no los sábados como siempre), la respuesta es que esta semana decidí escribir todos los días (acá podés leer el de ayer Lunes).
Aunque ayer, después de mandar el texto, comprendí que hubo un pequeño error de cálculo. Si la intención era escribir toda la semana para no tener que escribir el viernes a la noche, igual voy a tener que escribir el viernes. En fin, nunca fui bueno para la planificación.
De todos modos, esto sigue.
Bienvenidos al Diario de la Procrastinación.
Martes
Siempre tuve claro cuáles son mis virtudes y mis defectos para ejercer el periodismo. Por ejemplo, hace 22 que trabajo en los medios pero nunca tuve una primicia. Es un arte que no domino.
No soy capaz de estar insistiéndole a una fuente para que me pase un dato. Para una primicia hay que ser hinchapelotas. Hay que ser estratega en la pregunta, preguntarle a A por B y a B por A. No tengo la astucia.
Sí soy bueno para observar y para escuchar. Para sintetizar y escribir. En dos o tres horas puedo estar en una marcha, volver a la redacción (o ahora a mi casa) y contar lo que pasó. Entender lo que pasó en eso que acabo de ver. Personajes primarios y secundarios.
Ver, escuchar y escribir, con eso llevo sobreviviendo y van ya 22 años de aportes. Y no sé que viene primero, si mis virtudes o mis intereses, pero defiendo el periodismo como entretenimiento, como pasatiempo. Creo que está sobrevalorado la denuncia, el escrache, la revelación, y subvalorado el pasatiempo y el entretenimiento. Por esto último es que agarramos un diario en un café (si es que esta rutina todavía existe).
Esta idea la tengo hace mucho, pero la escribo después de haber leído esta nota en el Washington Post.
El comienzo de la nota es brillante.
Tengo un secreto. Lo mantuve oculto por más tiempo del que me gustaría admitir. Se sentía poco profesional, vagamente vergonzoso. No era quien yo quería ser. Pero aquí les va: he estado evitando vigorosamente las noticias durante años.
Cada tanto escucho una pregunta que creo que no tiene respuesta. ”¿Vos cómo te informás? No entiendo bien cómo armar la respuesta, es mucho más compleja que poner el tilde en la casilla radio, tele, medios digitales, newsletters.
Una respuesta para hinchar las bolas sería: “No sé lo que es estar informado”. O sino: “No me informo (aunque estoy informado)”.
Los canales de noticias en mute o como fondo para todo lo que estamos haciendo, creo que eso no nos hace muy bien.
Un viejo maestro de periodistas decía que todos los días hay que hacer el diario, aunque a veces no hay noticias. Imaginen 24 horas de programación.
Y también pienso en esa absurda aventura semanal.
¿Quién tiene tiempo para leer un newsletter diario?
Esto que pasó ayer con el primer correo estuvo buenísimo. Llegó el correo (no sé por qué lo programo para 20.30 y llega 20.31, me vuelve loco ese detalle) con esa bajada tan explícita (¿Y si esta semana escribo todos los días?) y al toque se bajó un lector, cuyo mail es “nograciavos@xxxx.com”. Si alguno lo conoce, digale que me hizo reír.
Hoy en terapia hablé del paso del tiempo (dije hoy pero debería decir siempre, parafraesando a Cerati). Pero le encontré una vuelta. El tiempo: a veces estoy tratando de frenarlo y a veces quiero que transcurra. Un equilibrio delicado.
Una última recomendación, ya que hablamos de terapia, de la palabra, y de escribir. Esta nota de Sonia Santoro: El cuerpo que escribe.
Escribimos para recordar. La escritura es recuerdo de quienes ya no están y de otras personas que no volvimos a ver.
Leí el texto buscando una reflexión sobre el oficio y en un momento Sonia habla de las cartas que dejó su mamá ya fallecida. Ahí también aparece el algoritmo extraño de las cosas. Este viernes mamá cumple (cumpliría, cumplirá) 79.
Dejamos acá.
Gracias por la lectura de cada semana (y ahora cada día) y por las recomendaciones que hacen en redes sociales (soy @diegogeddes en Twitter e Instagram). Me ayuda mucho para que esto crezca cada semana un poquito más.
Los que quieran hacer un aporte económico al newsletter pueden hacerlo a través de las suscripciones.
Hay varias opciones: $400 por mes (un cálculo de 100 x edición), $800 por mes (un cafecito por edición), $1000 por mes o sino puede ustedes elegir el valor.
Siguen los aportes ocasionales vía cafecito. Entran a este link y ahí sale la opción para colaborar.
Hasta la próxima.